Siempre me ha gustado respetar las TRADICIONES, y he de reconocer que, antes, nuestros padres o nuestros abuelos eran mucho más amables y cariñosos con sus mayores, estaban más pendientes de sus necesidades y de sus sentimientos y miedos ante una vejez inminente que generalmente, va acompañada de diversas dolencias, y desgastes físicos la mayoría derivados del trabajo duro que hicieron cuando eran jóvenes, y por las que sufrieron y lucharon para que su descendencia tuviera una vida mejor.
Por eso hoy, querría felicitar de todo corazón a la MARÍA, ella aún no sabe que es una gran afortunada, con la familia que tiene, cuatro hijas y un hijo.
Ésta mañana, recibió la visita del marido de su hija mayor, y el regalo de una preciosa ROSA.
Seguidamente, la visitó su hijo llevándole dos ROSAS, según dijo; una de su parte, y otra de parte de su padre y marido, (ya fallecido), nos embargó a los tres tanta emoción que se nos saltaron las lágrimas, y un rato después el marido de su otra hija también la visitó, y la llevó la correspondiente ROSA... En unos minutos, la MARÍA, pasó de estar melancólica y triste... a volverse alegre como unas castañuelas, con las conversaciones comentarios e historias y el interés y cariño de todos y cada uno de los visitantes, que seguramente no serían los únicos, en un día tan especial.
Soy consciente de que en los tiempos que corren, es un caso excepcional, pues nos hemos vuelto mucho más egoístas y exigentes con nuestro tiempo y hay que volver a las TRADICIONES de antes, a pensar más en las personas que nos rodean que en nosotros mismos, a darles valor a las cosas importantes y a repartir un poco de nuestra vida y de nuestros aconteceres diarios con nuestra familia más cercana.
! FELICIDADES MARÍA, TÚ TE LO MERECES!
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